Por Paola Espejo Aubá, Vicerrectora UDLA Sede Viña del Mar
La emergencia sanitaria mundial, nos ha enfrentado a nuevos escenarios. Uno de ellos es el drástico cambio de un proceso educativo presencial a otro a distancia, online o e-learning, estas últimas relacionadas directamente con la intermediación de internet.
La educación primaria y secundaria debió adaptarse de un momento a otro, sin experiencia y con los recursos disponibles a esta situación, mientras que en Educación Superior aterrizó en terreno más conocido, pues muchas instituciones venían incursionando, con mayor o menor éxito, en la educación online, ya sea a través de capacitación, posgrados o carreras. Aunque nadie estaba preparado para este nivel de masividad.
El gran desafío de hoy es dar continuidad a la formación de nuestros estudiantes, estresando los sistemas a su máximo, capacitando a los docentes contra el tiempo, respondiendo a este nuevo escenario con dedicación y profesionalismo. Las nuevas metodologías online nos compelen a mirar el proceso de enseñanza aprendizaje desde otra perspectiva. Sería un error, tanto de parte de los estudiantes como del cuerpo académico, el mirar el e-learning como una extensión de la presencialidad o creer que el docente solo debe realizar su clase cambiando el formato de la sala de clases a una herramienta tecnológica que facilite la clase sincrónica. La educación online implica un cambio de paradigma, en el que la autogestión del estudiante, el manejo de los tiempos y los abordajes docentes son muy distintos.
La educación online es la expresión máxima de una nueva educación, donde el profesor es verdaderamente un facilitador del aprendizaje, una guía, un acompañante, una figura secundaria ante el desarrollo de las capacidades de este nuevo estudiante universitario. El envío de textos para analizar, la búsqueda de información autogestionada, los foros, wikis, las clases pregrabadas, videos, audios y el intercambio de información en red, todo estoconstituye la educación online.
En los últimos cuatro años los programas online han aumentado en Chile. Es el momento de la reivindicación de este tipo de educación, de entender su dinámica y abrazar sus beneficios, que son muchos. Aquellas universidades que decidieron avanzar en este sentido, antes de tiempo, son las que tendrán mejores resultados.