El abogado Francisco Cox fue parte del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) que en 2016 indagó la desaparición de 43 estudiantes en Ayotzinapa, México. El especialista en seguridad fue crítico con la agenda de seguridad, a la que calificó como «legislación de matinales».
El crimen de la sargento segundo de Carabineros Rita Olivares, en Quilpué, sirve como contexto. En ADN Hoy, dijo que, pese a que el ataque a la policía uniformada podría tener una pena mayor, “lo importante, más que el aumento de las penas, es que se pueda efectivamente investigar, detener, sancionar y desestructurar (al crimen organizado)”.
“Lo que me preocupa de estas leyes de defensa legítima privilegiada para Carabineros es el equivalente a la ley de Estados Unidos, stand-your-ground, que produjo mayor gatillo fácil por parte de la policía; mayor cantidad de personas baleadas y asesinadas. Pretender darle más poder a la policía y bajarle los controles es la receta para un fracaso. No sé si la gente que participa de esta discusión no vio o no se enteró del ex superpolicía (Genaro) García Luna, que fue cooptado por los Beltrán Leyva y después por el cártel de Sinaloa, (Joaquín)el ‘Chapo’ Guzmán”, agregó.
Lo anterior, pues parte de la misma agenda, como la Ley Retamal, impulsada y promovida por la oposición, permite ciertos “privilegios” para los carabineros al momento de hacer uso de sus armas de servicio. Tales permisos deformaría, a juicio de Cox, incluso el Estado de Derecho:
“A la policía se le empezó a dar poder y lo que genera es alguien con casi un control absoluto en un Estado de Derecho, que es la antítesis del Estado de Derecho y, por lo tanto, las bandas de crimen organizado empiezan a ver a quién corromper. Y pensar que Carabineros es incorruptible es no ver lo que pasó con gastos reservados”.
Otro punto donde poner el foco, a juicio del jurista, son las técnicas de investigación que la Ley de Crimen Organizado entregaría a las policías: esas mismas técnicas, contó, son las que se usan en los procedimientos por Ley de Drogas (20 mil); agente encubierto, interceptación de llamadas, colaboración eficaz, entre otras.
“Nadie ha pedido cuenta de cómo se usaron. ¿Dónde están las estructuras del crimen organizado? Las policías tenían estas facultades en la Ley 20 mil. El foco, la legislatura de matinal, ponerle nombre a las leyes es casi contraintuitivo. Hoy no se pide rendición de cuenta a las policías. La Ley 20 mil tiene todo lo que hoy se dice que es una gran innovación. Lo que faltaba y falta es tener la capacidad investigativa, tener policías”, propuso.
Fuente:ADN.