Es una patología que requiere atención de urgencia, ya que puede derivar en una infección grave en los intestinos. El doctor Richard Castillo, cirujano especialista en coloproctología de Clínica Bupa Santiago, explica cuáles son sus síntomas, cómo se trata y qué significa vivir sin apéndice.
Ubicado en la zona inferior derecha del abdomen, el apéndice es una pequeña parte del intestino que, cuando se infecta, provoca lo que conocemos como apendicitis, urgencia quirúrgica que debe ser atendida a la brevedad para evitar una complicación mayor. Richard Castillo, cirujano especialista en coloproctología de Clínica Bupa Santiago, entrega información sobre sus causas, síntomas y tratamientos.
“La apendicitis es un cuadro clínico que se produce como consecuencia de una obstrucción al interior del apéndice, que provoca un sobrecrecimiento bacteriano, con inflamación local asociada que puede progresar en pocas horas a perforación y peritonitis, infección grave de gran parte o toda la cavidad abdominal. Por eso es muy importante detectarlo a tiempo”, sostiene el especialista.
Cuándo alertarse
Según detalla el especialista, el dolor abdominal es el principal síntoma de la apendicitis, que inicialmente puede ser vago y poco definido, y puede darse asociado a náuseas y vómitos.
“A medida que la inflamación progresa, el dolor migra y se ubica en el área apendicular, zona inferior derecha del abdomen donde se encuentra el apéndice. La fiebre puede no estar presente en las primeras etapas, pero sí a medida que progresa la infección. El diagnóstico es complejo, porque existen enfermedades con señales similares. Ante la sospecha y para confirmar el diagnóstico es importante acudir a un servicio de urgencia, donde se realizarán exámenes físicos, de laboratorio y/o de imágenes, cuyos resultados deben ser evaluados rápidamente por el especialista”, explica el cirujano.
En qué consiste la cirugía
La operación de apendicitis es una de las urgencias quirúrgicas más comunes. Según los expertos, el riesgo calculado de presentar apendicitis a lo largo de la vida es de 8,6% para hombres y de 6,7% para mujeres. “La cirugía consiste esencialmente en la extirpación del apéndice, lo que puede realizarse con una incisión abierta o mediante laparoscopía. Esta última es la más utilizada actualmente, porque tiene los beneficios de incisiones más pequeñas y una recuperación más rápida, sin embargo, existen casos que por complejidad deben convertirse a cirugía abierta”, sostiene el experto.
El apéndice es un vestigio embriológico del intestino grueso que se une al intestino delgado, por esto, su extracción no tiene consecuencias ni secuelas para los pacientes, debido a que éste no cumple una función específica. “Las personas, una vez recuperadas de la cirugía, pueden hacer una vida normal. Es importante considerar que el alta definitiva de este cuadro es con la revisión de la biopsia del apéndice resecado, debido a que es necesario descartar la presencia de tumores incipientes, lo que sucede rara vez, pero que es importante descartar”, indica Castillo.