Chile es el segundo país con mayor incidencia de esta patología en América, sólo superado por Argentina.
Abril es considerado el mes de la concientización sobre el cáncer de testículo, una enfermedad que se genera por la proliferación de las células germinales, las cuales producen los espermatozoides.
Si bien no es un tipo de cáncer común, tiene la particularidad de presentarse en edades más tempranas que el resto de las enfermedades oncológicas. De hecho, afecta principalmente a hombres entre los 15 y 45 años e, incluso, es más frecuente de los 25 a los 35 años. En Latinoamérica y el Caribe, Chile es el segundo país con más alta incidencia y mortalidad por este cáncer, con cifras muy por encima de naciones de América del Norte, Asia y África, de acuerdo con las proyecciones del Observatorio Global del Cáncer (Globocan).
Solo en el 2023 esta enfermedad fue la causa de 111 muertes en nuestro país, acumulando 1.054 fallecidos en la última década, según datos del Departamento de Estadísticas e Información de Salud del Minsal. Del total, el 75,62% de los decesos fueron pacientes menores de 49 años.
Grupo de edad | Total fallecidos | Porcentaje fallecidos |
---|---|---|
49 años o menos | 797 | 75,62% |
50 a 69 años | 164 | 15,56% |
70 a 89 años | 80 | 7,59% |
90 años o más | 13 | 1,23% |
Total | 1.054 | 100% |
Tipos de cáncer de testículo
Los tumores testiculares se dividen en dos grandes grupos:
- Seminomas: Es un tipo específico de tumor testicular que tiene muy buena evolución y pronóstico. Tiende a crecer y a propagarse lentamente.
- No seminomas: Es la combinación de varios tumores diferentes (coriocarcinoma, carcinoma embrionario y teratoma). Tiene una evolución más rápida y un tratamiento más complejo.
Síntomas de alerta
- Bulto no doloroso o inflamación en alguno de los testículos.
- Cualquier cambio de forma o tamaño.
- Sensación de pesadez en el escroto.
- Dolor o molestia en la zona.
Si bien este cáncer suele aparecer en un solo lado, en el 1% al 2% de los casos se presentan tumores bilaterales al mismo tiempo o en diferentes momentos de la vida del paciente.
Factores de riesgo
- Antecedentes familiares de cáncer de testículo.
- Criptorquidia en la infancia (testículo no descendido desde la cavidad abdominal al escroto).
El Dr. Camilo Sandoval, urólogo del Instituto Oncológico de Fundación Arturo López Pérez (FALP), recomienda que desde los primeros meses de vida el pediatra constate que los testículos hayan bajado. “Se estima que los hombres que presentaron criptorquidia en la infancia tienen 40 veces más riesgo de desarrollar cáncer en la juventud, incluso después de que ese testículo haya sido operado y puesto en su lugar”, advierte.
Diagnóstico y tratamiento
Gracias a los avances científicos, el cáncer de testículo es uno de los tumores más curables, incluso en fase metastásica. “El cáncer testicular hoy tiene excelente pronóstico. Se habla de que, de todos los tumores sólidos conocidos, es el que tiene mejor sobrevida. En promedio, la mayoría de los pacientes, cercano al 98%, se mejoran y vuelven a tener una vida normal”, asegura el Dr. Sandoval. Por eso, ante la sospecha, es clave consultar precozmente con un urólogo y realizar exámenes de imagenología, específicamente, una ecografía testicular.
El tratamiento va a depender de la etapa en la que se encuentre la enfermedad al momento del diagnóstico: “Si el tumor está solamente en el testículo, basta con una operación que se llama orquiectomía, en la que se extrae el genital enfermo. Con eso, se resuelve el problema cuando está localizado”, explica el especialista. Sin embargo, agrega: “Cuando el cáncer sale del testículo y llega hacia otros órganos, es decir, produce metástasis, los pacientes requerirán un tratamiento de quimioterapia o, eventualmente, radioterapia, lo que igualmente tiene una muy buena tasa de respuesta”, concluye.