Cerca de 200 personas interrumpieron el 15 de mayo una Charla Magistral de Yuliia Svyrydenko, Vice Primera Ministra de Ucrania, que se llevaba a cabo en la Casa Central de la Universidad de Chile. Lo hicieron en favor de la “causa Palestina” enmarcada en el conflicto Palestino-Israelí. Pero fue un hecho lamentable contra una alta autoridad de una nación como Ucrania que fue invadida en febrero de 2022 por fuerzas rusas.
Los diputados de Renovación Nacional e integrantes de la comisión de Educación, Hugo Rey y Marcia Raphael, junto a Diego Schalper, integrante de las comisión de RR.EE., enviaron un oficio a la rectora de la U.de Chile, Rosa Devés, solicitando “defender el pluralismo y la tolerancia como valores propios del debate del quehacer universitario”.
En su momento trabajadores y asistentes al lugar denunciaron, además haber sido víctimas de violencia y coacciones por parte de los manifestantes que ocuparon la sede central de la Casa de Bello. El oficio enviado a Rosa Devés, alude al testimonio del académico David Quintana, “en el que se describen de manera inmejorable las presiones y coacciones a las que concurrente a la charla de la autoridad ucraniana se vieron expuestos”.
Los parlamentarios de Renovación Nacional precisan que la manifestación “puede ser comprendida por la crudeza del conflicto en Gaza, pero que pierde legitimidad por un intento absurdo de imponer un punto de vista o más bien de invalidar otro por medio de la violencia y la amenaza de la fuerza”.
Y precisan que “la Universidad de Chile debe ser siempre un polo para la diversidad y la discusión libre de ideas, cuestión que es compatible con la manifestación de los alumnos favorables a la causa palestina, pero que pierde dicha compatibilidad desde el momento que se imponen las ideas o se arrancan decisiones de la autoridad desde la violencia y la intolerancia”.
En el mismo tono manifiestan los legisladores que “esa manera de comprender equivocadamente la libertad de expresión o del derecho a la manifestación debe ser enfrentado por la autoridad universitaria con decisión (…) entendiendo el rol que le cabe a la Universidad de Chile como promotor de la diversidad y el pluralismo en nuestro país”. Y suman en el documento palabras del profesor David Quintana quien dijo que no existe “justificación para agraviar como se hizo a los representantes de un Estado invadido por una fuerza extranjera, censurándolos e impidiéndoles ser recibidos formalmente”.
Apuntan en el oficio que “situaciones como la acontecida no pueden seguir siendo toleradas o aceptadas como una forma legítima de manifestación, en tanto dicho derecho cesa en la medida que se utilice la violencia o la coacción. Si la Universidad de Chile quiere seguir siendo un espacio donde las personas puedan debatir ideas (…) no se pueden albergar a grupos de sujetos que censuran o imponen ideas desde la amenaza de la fuerza”.
Por lo expuesto, le piden a la rectora Devés que “se adopten medidas para evitar que las dependencias universitarias y las actividades que en ella se desarrollen se vean afectadas por manifestantes que aborden sus demandas con violencia o mediante la destrucción de mobiliario universitario, persiguiendo las responsabilidades que pudieran caber por dichos actos tanto a estudiantes como a sujetos ajenos a la Universidad”.