Las ingeniero civil biomédico Natalie Campos y Claudia Reyes, ingeniera ambiental del Hospital Eduardo Pereira respectivamente, fueron parte de este taller vía zoom, organizado por la DIGEDEP (División de Gestión y Desarrollo de las Personas) de MINSAL.
El convenio de Minamata (Japón) es un tratado mundial para proteger la salud humana y el medio ambiente de los efectos adversos del mercurio. En 1958, las personas que vivían en dicho lugar comenzaron a tener una serie de efectos negativos a su salud producto de las acciones de una planta petroquímica instalada en la ciudad nipona. El daño neurotóxico severo fue para toda una generación de japoneses. Tras estudios, los científicos determinaron que mercurio que caía al agua, era inhalado por las personas lo que provocaba dichos daños de salud. Posterior a estos hechos, la planta fue cerrada, convirtiendo a Minamata en la ciudad ícono contra del uso del mercurio en las personas.
“El mercurio es un contaminante global que queda en la cadena trófica, es decir, no desaparece por completo. El metal queda en los alimentos y el agua que consumimos. Nuestro organismo los va bioacumulando, sin poder por degradarlo, he ahí el problema de salud para las personas”, sostuvo Claudia Reyes ingeniera ambiental de HEP.
El año 2011 en Chile, se llevó a cabo un estudio de cuál era la disponibilidad de mercurio en las distintas industrias productivas. La industria metalúrgica se llevó el primer lugar al ser la más contaminante y luego venía el área de salud a través de los termómetros de mercurio y los esfigmómetros que funcionaban a presión que también eran del mismo material. De esta forma, el sector salud aportaba negativamente con este elemento, por lo que fue muy necesario cambiar la tecnología a una libre de mercurio. Ese mismo año desde el ministerio se comenzó a trabajar como un compromiso de gestión a determinar cuánto de este material estaba en los establecimientos del país, generando metodologías para erradicarlo de la manera más eficiente posible.
Desde el 2011 al 2015 se continuó por la senda evaluativa desde los compromisos de gestión, eliminando el mercurio del sistema de salud chileno. Este 2020 el país, ratificó su compromiso con el convenio de Minamata, el cual aboga a tener industrias de países libres de mercurio. El compromiso es que los países acaben con la comercialización del mercurio. En este contexto, el HEP es un ejemplo de los hospitales libres de mercurio a nivel país. Todo lo que se adquiere en el hospital en cuanto a termómetros y esfigmómetros son digitales.
Por esta razón fue que el lunes 7 de septiembre se realizó una videoconferencia con 36 profesionales de la red asistencial para poder continuar realizando y actualizando los reglamentos para seguir en la misma senda que hasta ahora ha dado tan buenos resultados a la salud pública de nuestro país en relación a la eliminación de esta sustancia tan nociva para todos.