Chile fue fue vapuleado por México y quedó fuera en octavos de final del Mundial Sub 20 que se disputa en el país, lo que ahondó las críticas al técnico Nicolás Córdova.
El golero Sebastián Mella, otro de los afectados por la eliminación, fue uno de los primeros en hablar con la transmisión oficial. El portero no se alargó demasiado. «Muy dolido… Me voy triste como todos mis compañeros», dijo, acompañado de un análisis futbolístico que a esa altura poco importaba.
Pese al durísimo golpe, los jugadores no se escondieron y varios hablaron con la prensa. Dieron la cara.
El capitán Juan Francisco Rossel lamentó la derrota y apareció en zona mixta para hablar tras largos minutos de espera. «(…) Tristeza, frustración, creo que es evidente. Es chocante, es frustrante también, pero bueno, nos tenemos que sacar esto rápido. Va a costar, pero tenemos que sacarnos esto y la revancha la vamos a estar esperando», dijo.
El lateral derecho Felipe Faúndez también se desahogó con un desgarrador relato: «Nos rompe el corazón llegar hasta aquí. Hemos trabajado mucho. La gente no ve los sacrificios, los esfuerzos que nosotros hacemos, el staff, todo el cuerpo técnico. Nos duele mucho llegar hasta esta instancia y me quedo con la entrega del equipo, dimos todo hasta el final. Estoy tranquilo porque mis compañeros siempre lucharon hasta el final».
Por zona mixta pasaron varios más, todos muy afectados. No era para menos.
Garguez dijo que «es duro perder de esta manera, duro perder en casa, lo intentamos todo», mientras Arce reconoció que «teníamos el Mundial en casa, aspirábamos a muchas más cosas, pero no se nos dio, es duro».
Lautaro Millán, quizás el mejor de esta noche, confesó: «La verdad que me voy dolido porque yo vine a pelear cosas importantes, pero este grupo me recibió de la mejor manera al igual que el cuerpo técnico. Estoy agradecido a ellos. Yo creo que en un futuro este equipo va a hacer las cosas bien y va a ser muy positivo para la adulta».
Y así se fueron, uno por uno, hacia el bus que los llevó al hotel. El capitán Rossel fue el último en subirse. Un fracaso que cala hondo.