Luego de 16 años siendo aplicada, este jueves el Ministerio de Educación anunció la eliminación de la Prueba de Selección Universitaria (PSU), tras el proceso más difícil que haya enfrentado, con intentos de boicot y hasta la cancelación de la prueba de Historia. De acuerdo a lo señalado por el subsecretario de Educación Superior, Juan Eduardo Vargas, la PSU será reemplazada por dos nuevas Pruebas de Acceso obligatorias en Competencias Lectoras y Competencias Matemáticas, además de una serie de pruebas electivas, incluyendo una de Matemática de mayor complejidad.
Las nuevas pruebas tendrán 65 preguntas, se actualizarán los temarios y apuntarán a medir competencias esenciales para un buen desempeño en la educación superior, y no en conocimientos como hacía la PSU. Aquello se traducirá en que se eliminará cerca de un tercio de los contenidos, que no eran esenciales y producían inequidades entre los estudiantes. Para este año y 2021 se aplicará una prueba de transición que, según indicó el subsecretario, «eliminará los aspectos más cuestionados de la PSU y sumarán preguntas que midan las competencias esenciales para el buen desempeño de los estudiantes en la Educación Superior». Esta prueba tendrá una ponderación menor que la PSU, bajando de 50% a 30%, dando mayor peso al ranking de notas y el NEM.
El cambio implica además que alumnos de buen desempeño en el colegio no requerirán un puntaje mínimo en la prueba para postular; y las universidades aumentarán a 20% la admisión especial. «El sistema, que por 16 años se basó en la PSU, hoy termina. A partir de este año se iniciará la transición a un sistema que permitirá a las universidades ponderar con mayor flexibilidad pruebas de acceso, notas de enseñanza media y ranking escolar», detalló el subsecretario.
La decisión que hoy se dio a conocer fue adoptada por el Comité Técnico de Acceso del Subsistema Universitario, integrada por el subsecretario y siete rectores de universidades públicas y privadas. Este año, cumpliendo con lo establecido en la Ley de Educación Superior, el proceso de admisión pasa desde el Consejo de Rectores a estar a cargo de la Subsecretaría de Educación Superior, a la cual, junto a dicho comité, le corresponde definir el «Sistema de Acceso» a la educación universitaria y el instrumento que usarán los planteles para admitir a los estudiantes.