El sábado 27 de marzo reciente marcó un antes y un después en las vidas del periodista Iván Núñez y el camarógrafo Esteban Sánchez, ambos de TVN. En medio de la realización de un reportaje en la zona entre Cañete y Tirúa, fueron atacados por un grupo de desconocidos que dispararon con armas de fuego hacia el vehículo en el que se transportaban, dejando a ambos con heridas de distinta gravedad, llevándose la peor parte el camarógrafo, quien además perdió la visión de uno de sus ojos.
Como se ha hecho habitual, al suceder en la denominada Macrozona Sur y en el marco de una entrevista al líder de la Coordinadora Arauco-Malleco, Héctor Llaitul; algunas autoridades y representantes políticos rápidamente atribuyeron los hechos a la CAM, deslizando que, por un lado, en palabras del delegado presidencial en la zona, Pablo Urquízar, dicha organización era responsable por “ejercer la violencia como método de acción política”; y por otro, en palabras del subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, la CAM no cumplió el compromiso de proteger al equipo de prensa. Sin embargo, desde la Coordinadora Arauco-Malleco rechazan estas acusaciones y han sido enfáticos en que no tuvieron nada que ver con los hechos. Por el contrario, lo atribuyen a quienes hoy ellos definen como sus adversarios en la lucha territorial que llevan adelante en el llamado “Wallmapu”, en hechos que, para ellos, estarían directamente relacionados con el poder que ejercen las empresas forestales en la zona.
Así lo manifestó, en entrevista con Diario y Radio Universidad de Chile, el vocero de la CAM, Héctor Llaitul, quien confirmó la versión relatada por Iván Núñez en la querella que presentó TVN por los hechos -en donde el periodista afirma que antes del ataque fue abordado por un grupo de personas que manifestaron su descontento con la entrevista que iba a realizar, entre ellos los dirigentes Santos Reinao y Gladis Huenumán-, asegurando que existen grupos y comunidades mapuche que han sido “compradas” por las empresas forestales para combatir, con diversos medios, las demandas del movimiento mapuche autonomista.
“(Iván Núñez) se encontró con un grupo de personas que son contrarios a la CAM, son contrarios al movimiento autonomista. De hecho, son contrarios a la causa mapuche en general, es gente que trabaja para las forestales. Lamentablemente son mapuche y están bajo los programas y planes de las forestales. Hace rato ya que existe esta realidad, de la intervención e intromisión directa de la Forestal Mininco, particularmente, en la zona, que ha cooptado y comprado dirigentes, y tiene gente trabajando para ellos. Tanto en sus predios y territorios usurpados, como también a nivel interno en las comunidades. Esta gente, más allá del rédito económico que les ha significado venderse a las forestales, también están obteniendo un rédito de tipo político. O sea, están ahí tratando de hacer un trabajo político en las comunidades”, indicó.
– ¿Un trabajo político en qué sentido?
“Favoreciendo una salida con las forestales. Es decir, una supuesta salida o destrabar el conflicto con las forestales, en relación a inversiones y planes en los que está involucrada la presencia de las forestales. Entonces, ese encuentro obviamente él (Iván Núñez) lo relata, y posteriormente el desencuentro, los alegatos, las amenazas que él manifiesta, y bueno, posteriormente, los hechos lamentables que sucedieron y que ya se conocen”.
– Según lo que relata la querella, en esa discusión previa habrían manifestado que “Héctor Llaitul no los representa”. ¿Qué análisis se puede hacer del escenario político que se vive en la zona y las distintas fuerzas que operan ahí?
“Ese hecho en particular que se resalta por los medios también, de esta gente que emplaza a Iván en relación a mi liderazgo o representación, es absolutamente efectivo, porque yo no represento a esa gente. Yo represento al movimiento autonomista, represento a la CAM, represento a la gente que lucha por la recuperación del territorio y la autonomía. Es decir, por las reivindicaciones que son absolutamente legítimas para la reconstrucción de nuestro pueblo-nación mapuche. En ningún caso yo tengo una representación de yanaconas, en ningún caso tengo representación de la gente mapuche que se ha vendido, inclusive, a las forestales.
Independiente de que hayan sectores que se han vinculado a la institucionalidad que representan al Estado y que nosotros hayamos cuestionado y seguimos cuestionando; a nosotros nos parece un oprobio, una incomprensión pero absoluta, el que existan mapuches hoy trabajando para las forestales. De hecho, nosotros hemos reinstalado el concepto de yanacona para esa gente. Los yanaconas son los traidores, los que se pasan al lado del enemigo. Nos parece inconcebible que existan sectores o grupos al interior de las comunidades que estén trabajando para las forestales y que, incluso, más allá de trabajar de forma laboral o política, se estén armando y haciendo acciones en contra de su propia gente para defender los intereses de las forestales”.
– Es decir, ¿usted no se siente representante de estos grupos?
“Claro, esa gente dijo que yo no la representaba. Y la pregunta es: ¿Cómo yo voy a representar a los traidores, a los yanaconas, a los que son los enemigos del movimiento que lucha? No los puedo representar. Las otras agrupaciones que existen en la zona y que están en lucha, también están poniendo en cuestión esta situación, que exista este grupo.
Aquí hay que hacer un diagnóstico de todos los sectores mapuche que existen en el movimiento. Existe efectivamente este grupo, un grupo que se ha ultraderechizado inclusive, que trabaja con los organismos de inteligencia de la policía, que trabaja con el fascismo, que está ligado al APRA. Son grupos de la Mininco, que nosotros llamamos los ‘minincanos’ acá en la zona, que son yanaconas, trabajan con los grupos ligados al poder, en contra del movimiento mapuche. Nótese, en contra del movimiento mapuche autonomista que lucha por las reivindicaciones históricas. Es decir, en contra de nosotros”.
– En ese sentido y con esos antecedentes, ¿cuál es su hipótesis de lo que sucedió?
“Mi hipótesis de lo que sucedió no es tan simple como lo están retratando algunos medios, de que fueron mapuches descontentos ligados a las forestales solamente. No, aquí se trata de la mano de la inteligencia policial, porque a mi me tenían intervenido el teléfono, está georreferenciado, y la policía sabía de este encuentro con el periodista. Esto fue filtrado en los grupos que operaron en contra de los periodistas. Entonces, ahí hay un vínculo, es decir, aquí no hubo un grupo mapuche ligado a la forestal que operó, sino que está vinculado a la inteligencia policial y la ultraderecha que trata de paramilitarizar la zona de conflicto.
Es decir, por un lado, está el movimiento autonomista, que va ligado a la resistencia y violencia política, pero por otro lado, para hacer la contraparte, está operando la derecha fascista y la inteligencia policial, donde está comprometido el actual gobierno de turno, para crear las condiciones para que se reproduzca el paramilitarismo incluso en personas mapuche. Esa es la realidad que se está viviendo en este momento”.
– Según esta hipótesis que plantea, ¿qué es lo que buscaba este ataque al equipo de TVN?
“Bueno, lo que buscan es que nosotros como CAM no tengamos la expresión. Podría hablarse de una suerte de disputa territorial en que ellos, los que están ligados a las forestales, quieren tener lo suyo, quieren hacer que sus planteamientos tengan sentido, subordinarse y ligarse al poder; y los nuestros, que dicen relación con la lucha por la autonomía territorial y la reconstrucción de nuestro pueblo, confrontando con las forestales principalmente. Entones, obviamente ya somos prácticamente enemigos, si este es un tema de que nosotros estamos luchando contra las forestales y el extractivismo en su máxima expresión; pero esto no solamente tiene la salvaguarda de un Estado capitalista que le pone toda la institucionalidad a su servicio, que impone la militarización y la criminalización de la causa mapuche para contener el avance sustantivo del movimiento mapuche autonomista. A su vez, requieren en este tiempo de crear las condiciones para que esté un bloque, compuesto por mapuche y no mapuche de la zona, para hacer frente a este movimiento.
El movimiento autonomista no tiene nada que ver con atacar periodistas o gente civil, no tenemos esa perspectiva. Aquí ocurrió otra cosa y esto es porque alguien estaba interesado en golpear al periodismo, para que no se introduzca a la zona y se conozca la realidad de frente. Eso hay que preguntárselo a quienes tienen o tuvieron la intención y concretaron el hecho, a ellos hay que preguntarle por qué no querían que se hiciera esta entrevista con los dirigentes de la CAM y por qué no querían que se retratara la realidad”.
– ¿Cree que con este caso se ha intentado criminalizar al movimiento mapuche?
“Todo se lo endosan al movimiento autonomista. Aquí hay algunos pasquines de ultraderecha, como El Líbero, con los cuales la derecha está tomando la ofensiva y tratando de desinformar, con el objetivo de proteger el trasfondo de los hechos que ocurrieron. Por eso están tirando hipótesis de quiebres y de que nosotros estamos en decadencia, etcétera… En esta ocasión, la acción no fue del movimiento autonomista, aquí no está comprometido ni Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), ni Weichan Auka Mapu (WAM), ni la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM), ni las comunidades en resistencia.
– ¿Les consta que no esté involucrada alguna de las expresiones del movimiento mapuche autonomista?
“A nosotros nos consta, absolutamente. Aquí la realidad es que esta acción la emprende este grupo que ha sido financiado y armado por la Forestal Mininco, junto a operadores de inteligencia, que han introducido armamento para que estos grupos tengan cierta capacidad y poder en la zonal. Para confrontar directamente con los que estamos en la resistencia, que somos diversos grupos y diversas expresiones que pueden tener diferencias, pero que nos une un patrón común que es la lucha por la recuperación territorial en contra, principalmente, de las forestales. Eso nos une a los otros grupos.
La diferencia con este grupo mapuche de derecha o vinculado a la Mininco, es que son grupos que ya perdieron toda noción de reconstrucción de la nación y se ligan al poder de forma subordinada, lacaya y traidora. Esa es una realidad de la que tenemos que dar cuenta”.
– También se habló de que parte de la entrevista que realizarían con TVN tenía que ver con el espacio de diálogo que se estaba generando, con la posibilidad de una mediación de organismos internacionales. ¿Cree que eso puede tener algo que ver?
“Hace un tiempo se ha propuesto la posibilidad de diálogo entre los comprometidos en este conflicto, que pueden ser las forestales y latifundios, con el movimiento mapuche; pero esta vez con el movimiento autonomista que está detrás de la resistencia. Esto lo planteó (Francisco) Huenchumilla, que este encuentro o acercamiento tuviera esta vez la posibilidad de que participaran observadores internacionales, garantes de que existan condiciones para llegar a buenos resultados. A nosotros nos preguntaron y en su momento dijimos que estábamos disponibles, si se abordaban los temas de fondo como la restitución de las tierras y el tema de la autonomía para el pueblo-nación mapuche. Nosotros como CAM somos una organización política y dijimos en su momento que estábamos disponibles. Bueno, hubo acercamientos, de parte incluso de organismos internacionales, y esto lo sabe la inteligencia política, se han acercado a la CAM y esto se iba a materializar.
El punto es que nosotros hemos sido juzgados porque nos hemos instalado como una organización legítima en la resistencia y que tiene una propuesta de reivindicación territorial que es aceptada más allá de la frontera de Chile. Entonces, tal vez, esta operación buscaba de alguna manera deslegitimar esa posibilidad. No lo sabemos, hay que ver qué pasa más adelante, porque la demonización de la causa mapuche tiene muchos alcances, pero uno de esos es el trabar la posibilidad de que nosotros, los representantes de la resistencia, podamos plantear lo nuestro y llevar nuestra propuesta incluso para buscar una solución a este conflicto histórico. Al fin y al cabo, todo lo que está pasando, esta confrontación entre hermanos mapuche incluso, es porque las forestales están absolutamente decididas a defender lo suyo a sangre y fuego. Ellos son los que financian todo, compran todo acá, entonces no puedo echarle la culpa a mis hermanos por venderse, cuando les están pagando sueldos que ellos nunca habían tenido en sus vidas. Así que detrás de esto está la mano negra y siniestra de las forestales”.
(Publicado en: Radio y diario Universidad de Chile).