Senadoras de oposición acusaron al Gobierno y el oficialismo de forzar la dilación del proyecto de ley que permite determinar en qué orden se ubicarán los apellidos de los hijos, como decisión de común acuerdo entre la madre y el padre.
Después de 16 años en el Congreso, el texto estaba listo para su aprobación este jueves en la Sala del Senado, lo que lo dejaría listo para ser ley, luego de que la Comisión Especial Encargada de conocer iniciativas y tramitar proyectos de ley relacionados con la mujer y la igualdad de género, recomendara, en su segundo informe, darle el visto bueno tal como había salido de la Cámara de Diputadas y Diputados en su primer trámite.
No obstante, el desde el Gobierno y parlamentarios oficialistas hicieron ver la necesidad de perfeccionar el texto, pensando en aquellas personas que ya han tenido algún tipo de relación jurídica.
Por lo anterior, luego de varias conversaciones y dos sesiones de debate, miércoles y jueves, la Sala acordó devolver la iniciativa a la referida comisión, que deberá durante una semana analizar las indicaciones que sean presentadas, para lo cual hay plazo hasta el 8 de abril, de manera que el martes 13 se vote finalmente el nuevo segundo informe.
En medio del debate, los congresistas se dividieron. Mientras unos apuntaron a la urgencia de aprobar la norma, otros solicitaron que el proyecto vuelva a la instancia para revisar desde el punto de vista del Código Civil las posibles dificultades que tendría el cambio de apellido en el caso de personas que ya han tenido algún tipo de relación jurídica.
Durante la sesión de este jueves, la presidenta de la comisión, la senadora Isabel Allende (PS) hizo una relación histórica de lo ocurrido poniendo el acento en «la mirada cultural que está detrás de la dilación que se quiere hacer; es lamentable».
Además, la senadora Adriana Muñoz (PPD) cuestionó que «el Gobierno hizo observaciones que en la larga tramitación de 16 años de esta iniciativa nunca hizo presente (antes)».
«De esta manera, logró que el proyecto volviera a comisión, y de este modo introducir modificaciones que obligarán un tercer trámite, volviendo a la Cámara de Diputados. Es una iniciativa largamente esperada por muchas personas, un cambio social y cultura profundo, cuya entrada en vigencia como ley ha sido una vez más frenada por quienes se oponen a estos cambios», lamentó.
Desde el oficialismo, la senadora Marcela Sabat (RN) apuntó que «la votación de este proyecto lamentablemente se aplazó un par de semanas, a petición de parlamentarios que querían tener más detalles sobre los alcances de la aplicación de la iniciativa».
De todos modos, dijo ella, «esperamos que se pueda transformar lo antes posible en un proyecto de ley, para avanzar a una mayor equidad y justicia entre hombres y mujeres, y también la posibilidad de que mujeres sean reconocidas con la continuidad de su apellido».
Si el texto que finalmente salga aprobado del Senado es distinto al que había visado la Cámara Baja, en 2008, deberá volver a esa Corporación. Si esta última, hoy con una composición de diputados muy diferente a la que había hace 13 años, no le da el visto bueno a esas eventuales modificaciones, la iniciativa irá a comisión mixta.
El proyecto fue ingresado el 16 de marzo del 2005, por la Administración del entonces Presidente Ricardo Lagos (PS). Tres años después, la Cámara Baja lo despachó al Senado, donde aún permanece.
En la actualidad, la legislación establece que el primer apellido debe ser el paterno, y sólo en que caso de que el papá no reconozca a su hijo, la mamá puede elegir los apellidos del pequeño.
(Fuente: Cooperativa).