Por Paula Molina
Químico farmacéutico de Farmacias Ahumada
Cada abril se conmemora el Día Mundial de la Salud y uno de los elementos que ha sido clave en la medicina moderna es la farmacovigilancia. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como la ciencia y las actividades relativas a la detección, evaluación, entendimiento y prevención de los efectos adversos o cualquier otro problema relacionado con los medicamentos.
Sin embargo, como sociedad no estamos acostumbrados a mantener un diálogo abierto y permanente con nuestros médicos para evaluar los beneficios o reacciones que un medicamento pueda generar, fundamental para lograr no sólo la adherencia y el éxito en la terapia farmacológica, sino que también la recuperación de la salud o el bienestar de un paciente.
Aun cuando todos los medicamentos aprobados y que se comercializan pasan por fases pre clínicas y clínicas, hay efectos adversos que podrían no identificarse en éstos ya sea por su intensidad, frecuencia, porque afecta a una población en particular, porque se presentan al tomarlos simultáneamente con otros fármacos o porque nos son informados.
De hecho, de acuerdo a varios estudios publicados por el British Journal of Clinical Pharmacology sólo entre el 6% y el 10% de las reacciones son reportadas. En este sentido, los informes periódicos -por parte de los médicos y profesionales farmacéuticos- son fundamentales para tener un conocimiento más preciso del perfil de toxicidad de un fármaco, además de prevenir o reducir un potencial daño a los pacientes.
Por esto, es fundamental que todos aquellos que toman medicamentos, especialmente los enfermos crónicos, informen cualquier evento adverso o sintomatología que se pueda asociar al uso de éstos. El beneficio no sólo lo experimentará un paciente en particular que pudo haber sufrido de estos efectos, sino toda la sociedad a la que se le podrá garantizar la seguridad y eficacia de los mismos, con un conocimiento más detallado sobre las implicancias de cada fármaco y aplicando un uso racional de ellos.
La farmacovigilancia es un tema relevante de salud pública que debe ser visibilizado a todos aquellos que consumen medicamentos, principalmente a pacientes con terapias farmacológicas múltiples, y donde deben participar activamente pacientes, médicos, la autoridad sanitaria correspondiente y aquellos que dispensan los medicamentos en cada farmacia del país.