Fue en octubre del año pasado que durante una mala racha del club Universidad de Chile, los jugadores expresaron su molestia por la partida de su psicólogo deportivo. Mientras Simone Biles, gimnasta estadounidense que es considerada por muchos como la mejor de la historia, se retiró de parte de las competencias de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, argumentando motivos de salud mental.
Ante estos ejemplos, entonces ¿cuál es el rol del psicólogo deportivo? “Puede cumplir varios roles, dependiendo de la demanda que la situación o trabajo requiera. Por una parte, es quien estudia las interacciones psicológicas y sociales que se dan en el contexto deportivo (ya sea de rendimiento, de recreación, social-comunitario, inclusivo, etc.) y luego trabaja en esas variables detectadas con el objetivo de mejorar la experiencia deportiva”, explica la psicóloga del deporte Paula Ortiz, directora académica del Instituto del Deporte y Bienestar de la U. Andrés Bello.
La profesional agrega que “la visión del sistema y el trabajo desde esa perspectiva contempla considerar el entorno cercano, los otros agentes deportivos (familia, padres, pareja, etc.), así como la coordinación y trabajo en conjunto con el cuerpo técnico, si es que hubiese y, por supuesto, con el/la protagonista: deportista y/o equipo deportivo”.
¿Existen estudios comparativos en que se pueda analizar resultados de algún deportista o equipo que cuente con un psicólogo deportivo y otro que no?
Se ha investigado y llegado a conclusiones como que los resultados del entrenamiento mental y el trabajo psicológico en el contexto deportivo va a ir de la mano con las percepciones y creencias que los implicados (sobre todo entrenadores y los propios deportistas) tengan de la importancia de este trabajo. Entender que no se trabaja desde el modelo clínico (que puede aplicarse cuando hay trastornos psicológicos clínicos producto de la práctica, como trastornos alimenticios, trastornos del ánimo, etc.). El psicólogo del deporte debe cumplir con un perfil que le permita la validación dentro del área y los agentes involucrados, como estar especializado, trabajar en equipo, estar presente en entrenamientos y competencias, etc.
¿Y qué dicen los estudios al respecto?
Existen estudios que han planteado que el 94, 9% de los entrenadores consideraron que el rendimiento de sus atletas era mayor si se llevaba a cabo un entrenamiento de habilidades psicológicas, así como de otorgarle importancia a los aspectos psicológicos en el rendimiento. Otro estudio que comparó la percepción de esta área en un lapsus de 8 años muestra que se ha modificado en sentido positivo la percepción de la necesidad de incluir un psicólogo del deporte dentro del cuerpo técnico. También se da importancia prioritaria a la formación del psicólogo en la especialidad.
Como los resultados deportivos son multifactoriales, sería muy complejo el diseño de estudios que comparen solo la presencia de un psicólogo con un mayor o menor rendimiento. Lo que hay son investigaciones de las percepciones del rol.
Al parecer hoy existe una mayor preocupación por contar con psicólogos deportivos, ¿cómo cree que ha sido la evolución en este aspecto en la última década?
Ha tenido un interés creciente por contar con alguien que acompañe los procesos, ya sea formativo, de alto rendimiento como también desde lo recreativo. Personas que realizan deporte (running, ciclismo, triatlón, Trail running, tenis, golf, etc.) como complemento de otras facetas de la vida y quieren tener una mejor experiencia deportiva o explotar sus fortalezas para lograr su mejor versión en la práctica deportiva. El entrenamiento en habilidades psicodeportivas, neurocognitivas e incluso de resignificación de resultados, ha ido obteniendo la importancia que tiene al considerar el deporte como una actividad donde se implica el ser humano en su complejidad, no sólo su capacidad física o técnica. La evolución se nota en mayor número de personas que consultan por la especialidad, no sólo del ámbito del alto rendimiento, sino, como explicaba, desde la práctica formativa y recreacional. El psicólogo del deporte acompaña la ruta de los deportistas y de los entrenadores, y además a agentes involucrados, acompañando en los procesos de aprendizaje y evidenciando que no sólo se adquieren destrezas físicas, sino que se pueden ganar aprendizajes que fortalecen la experiencia deportiva, desde lo emocional, social, cognitivo y físico. Resaltando que el deportista vive, toma decisiones y aprende, y debe darse cuenta de ello. Es un proceso de crecimiento constante de él o ella y los entrenadores que trabajamos con ellos tenemos el desafío de evidenciarlo y otorgarle valor a esos aprendizajes personales que mejoran la experiencia deportiva. Es un proceso de constante reflexión tanto de los propios entrenadores hacia sus deportistas como de los deportistas en su propia experiencia.
¿Cómo es el trabajo de un psicólogo deportivo con un deportista de alta competencia?
El trabajo del psicólogo del deporte se va a adecuar a los objetivos de los practicantes. En el caso del alto rendimiento, el objetivo primordial es potenciar el máximo rendimiento, reflejado en los mejores resultados que se puedan obtener, dependiendo del nivel de competencia, de la etapa de la planificación de temporada y de la proyección del deportista. Es importante por una parte plantear esos objetivos, trabajar en las expectativas, generar hábitos y rutinas que permitan enfocarse en aquellos aspectos que tiene bajo su control para el manejo de la ansiedad y la autoconfianza. Aprender a evaluar el rendimiento para incorporar aprendizajes y focalizarse en la mejora continua. Técnicas para el manejo del estrés, ya que cada etapa de la temporada tiene variables que producen tensión psicológica que se debe determinar para su adecuada gestión. El trabajo en las emociones como en el autodiálogo es un factor diferenciador a la hora de una performance, por lo que entrenarlos en ello es esencial. Un aspecto importante que se ha incorporado en la actualidad es la exposición a los medios, a las redes sociales, que producen una tensión extra y desconcentración de lo importante, así como también es importante ir evaluando todas aquellas variables que puedan ir influyendo en la historia personal de cada deportista. Finalmente es importante considerar que, en la alta competencia, es un factor que tiene que considerarse de forma constante como lo es el trabajo físico, el trabajo técnico y táctico.
¿Se recomienda más el trabajo desde niños con psicólogo deportivo que en etapa más adulta?
Cada etapa tiene sus demandas y beneficios del trabajo psicológico en la práctica deportiva. Entre más pequeños aprendamos a reconocer y gestionar las emociones, a evaluar los resultados e incorporar los aprendizajes, a no olvidar el disfrute, el desarrollo de valores y a considerar lo necesario para un adecuado crecimiento cognitivo, social y físico, más robusta se va desarrollando la formación y cultura deportiva y por tanto más probabilidad de contar con más y mejores deportistas. En la etapa adulta los objetivos se relacionan con el entrenamiento en las habilidades psicodeportivas, en potenciar las fortalezas y mejorar las debilidades y en la alta competencia la búsqueda de rendimiento. Las variables son similares, pero el cómo se trabajan y lo que se busca en cada etapa es lo variable.