En un hecho inédito se han convertido estas prolongadas vacaciones de invierno de los estudiantes, y estando próximos a iniciar el segundo semestre la próxima semana muchos padres se preguntan cómo retomar la rutina escolar.
Según María Isabel Marín Gamé, directora de la carrera de Psicopedagogía de la Universidad Andrés Bello, Sede Viña del Mar, las vacaciones son un tiempo excelente para desconectarse, descansar y afianzar lazos de afecto con la familia.
“Los quehaceres diarios son diferentes y más flexibles, por ello es importante que al retomar la rutina del periodo escolar los cambios sean graduales y progresivos. A lo menos tres días antes, ir ajustando horarios de alimentación y de sueño para ir acercándose paulatinamente a la rutina escolar”, aconsejó Marín.
Recomendó conversar sobre el regreso a clases, lo que ellos ven como positivo, lo que les gusta, como el reconocer lo bueno de volver a ver a los amigos, retomando actividades entretenidas, entre otras cosas.
“También es muy importante conversar con los hijos sobre aquello que les disgusta o les produce ansiedad y ver juntos qué cosas pueden funcionar para enfrentarlas mejor. Por ejemplo, a muchos niños o niñas les disgusta el almuerzo en el casino del colegio, entonces puede ser mejor llevar almuerzo desde la casa. A otros(as) les altera hacer la fila para calentar su almuerzo en los microondas, en ese caso pueden decidir llevar alguna comida fría. Son situaciones que pueden parecer extremadamente simples, pero que a veces para los niños(as), se convierte en algo que poco a poco los altera y es desagradable. Creo que lo vital es conversar y no minimizar lo que los niños dicen, todo lo contrario, escuchar sus razones, llegar a acuerdos. Es un buen ejercicio de diálogo y comunicación”, destacó la profesional.
Cómo incentivar el aprendizaje
Para la psicopedagogía incentivar el aprendizaje es lo primordial.
En este sentido, comenta Marín, la labor de los padres es apoyar a sus hijos en descubrir sus talentos, en reconocer aquello que les apasiona y motiva.
«Con ello ya se abre una puerta enorme hacia el aprendizaje. No pensar solo en las materias escolares tradicionales, sino principalmente en otras áreas que enriquecen el desarrollo de la persona, como el arte, la música, la historia, la ecología, la tecnología, la animación, la mecánica, entre muchísimas otras incontables. Es una preciosa oportunidad de conocer más a los hijos e impulsarlos en su desarrollo y en conectar esos intereses con lo que ocurre en el mundo real, con problemas y desafíos reales. Si la escuela de los niños va en esta misma dirección, es una maravillosa escuela y la sinergia será espectacular”, dijo.
“Pienso que frente a la compleja situación que hemos vivido todos con la pandemia y especialmente cómo ha afectado a niños o jóvenes, no podemos pensar que no va a pasar nada a nivel de aprendizaje, y que todo seguirá igual. Pero, en vez de verlo como un retroceso, hay que mirarlo como una experiencia que puede fortalecernos y enseñarnos a valorar lo que es verdaderamente importante. Creo que darse más tiempo, priorizar, animar, acompañar y confiar en los hijos es lo fundamental. Y si los padres perciben que esto no es suficiente para que sus hijos e hijas aprendan, se sientan competentes y disfruten su aprendizaje, claro allí la psicopedagogía puede ser una ayuda, siempre desde esta visión positiva de valorar las capacidades de cada niño o niña y de potenciar el desarrollo de las habilidades para un aprendizaje que tenga sentido”, cerró la académica.