Familias de trabajadores frutícolas afectadas por los incendios, sin techo ni agua potable, pérdida patrimonial de pequeños y medianos agricultores, información de huertos arrasados en Ñuble y máxima alerta por focos que puedan volver a activarse en zonas ya devastadas por la catástrofe, son los primeros reportes que recibe Fedefruta por parte de fruticultores de Ñuble y Biobío a causa de los incendios.
«Los agricultores de la zona están atendiendo las urgencias de las personas más complicadas, no aun desde el punto de vista productivo, lo que se verá más adelante con los catastros», dijo Jorge Valenzuela, presidente de Fedefruta. «Hay parceleros que se quedaron sin sus casas, fruticultores en zonas cero que lo perdieron todo, los sistemas de agua potable se quemaron en su mayoría, y hay muchos que necesitan forraje para sus animales, lo que ha significado un esfuerzo importante de las asociaciones regionales para ir en ayuda».
Reporte de zonas
En Ñuble, «los daños más grandes han sido en la zona costera, específicamente Portezuelo y Ninhue, y han sido bastante grandes sobre todo para los pequeños y medianos agricultores, y viñateros que algunos han perdido todo, las bodegas y el vino incluso de temporadas anteriores», informó el vicepresidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble, consejero de Fedefruta y productor arandanero, Álvaro Gatica.
Esto se une a reportes que Fedefruta ha obtenido de Quillón, donde productores de cereza de exportación y limones para el consumo interno, vieron sus predios quemados incluyendo bodegas, paneles solares, sala de cosecha, estanques de agua y equipamiento de fumigación, o de productores que, solo por las temperaturas de 44 grados, perdieron 200 mil kilos de arándano para la venta en fresco.
Como Asociación de Agricultores de Ñuble «hemos llegado con donaciones de forraje a Portezuelo, se está mandando a Ninhue, y en eso estamos, tratando de ayudar», agregó el representante de Fedefruta en Ñuble. «Lo que queremos saber bien es un catastro específico para no dar tiros al aire y la ayuda llegue donde las personas la necesitan».
En Los Ángeles, Región del Biobío, los fruticultores han estado catastrando por medio de los Grupos de Transferencia Tecnológica (GTT) de cerezos y arándanos, mencionó el productor Christian Hune.
«No hay daños en plantaciones de arándanos ni cerezos de la zona, pero si en los mismos predios que tienen partes forestales”, comentó. «Desde el punto de vista frutícola, es decir pequeños y medianos productores exportadores, no hemos tenido más perjuicio que la conmoción que ha afectado a la zona. Lo que sí, es que gente relacionada a trabajadores nuestros, ha contado que se han quemado casas de pequeños agricultores, pequeños parceleros en las comunas periféricas a Los Ángeles».
Familias afectadas
Por su parte, el consejero José Miguel Stegmeier, y presidente de Socabío, dijo que «tenemos mucha gente que trabaja en los huertos, que viven en sectores rurales, que son temporeros y se relacionan directamente con los productores de fruta, que sí ha sufrido mucho daño con sus familias. La primera medida entonces debería ser cómo llegar a esas personas que trabajan con nosotros y ayudarlos».
Stegmeier añadió que los incendios están «permanentemente apareciendo de vuelta», por lo que es muy complejo tener un catastro definitivo. En ese sentido, Hune mencionó que hay mucha preocupación que estos focos de incendio «vuelvan a activarse habiendo condiciones de temperatura y viento». Por eso es que los representantes indicaron que la necesidad más urgente, aparte de lo hecho con los damnificados por parte de las asociaciones, es orientar la ayuda a Bomberos, con proveedores que puedan donar implementos o motobomba de espaldas para seguir combatiendo los incendios.
«Se están requiriendo también bombas hidroneumáticas, ya que se han quemado todos los sistemas de agua potable», aprovechó de comentar José Miguel Stegmeier, cuyo gremio se ha movilizado con donaciones también para los afectados.
Por ello es que Fedefruta apoyará las acciones de la autoridad y el Ministerio de Agricultura, y levantará un catastro entre los agricultores de Ñuble, Biobío, la Araucanía y las zonas afectadas, no solo para dimensionar el daño productivo, sino y más importante, para identificar las necesidades por comuna y canalizar la información de la mejor manera hacia las autoridades.
Prevención
La Federación de Productores de Frutas de Chile reitera su llamado a los productores de las zonas conmocionadas por los incendios, como también de las que están amenazadas por los vientos y las altas temperaturas, como O’Higgins y Maule, las regiones con mayor cantidad de hectáreas frutícolas en el país, a seguir manteniendo los cuidados para contener cualquier tragedia.
«Con las detenciones y los videos que han recogido ciudadanos y agricultores, está de manifiesto la intencionalidad, e incluso la planificación, de varios incendios en estas regiones agrícolas y forestales», afirmó Jorge Valenzuela.