El Gobierno del Presidente Gabriel Boric sufrió su más fuerte traspié luego de la derrota en el plebiscito del 4 de septiembre, dado que la Cámara de Diputados rechazó la idea de legislar en general la reforma tributaria que impulsaba la administración frenteamplista.
El Ejecutivo necesitaba 78 de los 155 votos de la Cámara Baja para aprobar esta primera valla, pero solo logró reunir 73 apoyos, 71 votos negativos y 3 abstenciones.
La polémica la marcaron las ausencias y pareos de diputados tanto oficialistas como de izquierda, que pudieron haber cambiado la suerte de la votación: Claudia Mix y Lorena Fries del Frente Amplio, más las ausencias de Viviana Delgado, Pamela Jiles y Mónica Arce.
El Ejecutivo contó con los votos de la Democracia Cristiana, pero no fue suficiente. Rechazaron en Bloque Chile Vamos y el Partido Republicano.
El Diputado ex DC, Miguel Ángel Calisto, señaló que era una mala reforma, «Acá hay una señal muy clara, que el Gobierno no tiene mayorías políticas en el Congreso, eso no le permite aprobar ningún tipo de reforma. Hay un problema de diálogo político en primer lugar, pero también hay que reconocer que estábamos frente a una mala propuesta de reforma, que atentaba directamente contra las micro, pequeña y medianas empresas, es decir, ¿Cómo le vamos a aumentar el gravamen a aquellos que están impulsando la actividad económica, a aquellos que dan empleabilidad?».