Dos soldados y un civil estadounidenses murieron el sábado en Siria en una «emboscada de un francotirador» del grupo yihadista Estado Islámico, informó el ejército de Estados Unidos.
Otros tres soldados estadounidenses resultaron heridos en este ataque, indicó el mando militar para Oriente Medio, el Centcom, en un comunicado, en el que añadió que el francotirador fue abatido.
Según la agencia oficial siria Sana, los disparos se dirigieron contra la delegación durante una visita a la región desértica de Palmira, en Siria.
El contingente estadounidense se encontraba en Palmira, confirmó Parnell, para una «misión de apoyo a las operaciones en curso contra el EI/de contraterrorismo en la región».
El Ministerio del Interior de Siria afirmó que había advertido a la coalición liderada por Estados Unidos de una posible incursión de combatientes del EI.
«Hubo advertencias previas del comando de seguridad interna a las fuerzas aliadas en la región desértica», dijo el portavoz del ministerio, Anwar al Baba, en una entrevista en la televisión estatal.
Pero «las fuerzas de la coalición internacional no tomaron en cuenta las advertencias sirias sobre una posible infiltración del EI», agregó.
El secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, calificó al autor del ataque de «salvaje» y lanzó una advertencia: «Si ustedes apuntan contra estadounidenses -en cualquier lugar del mundo- el resto resto de sus vidas serán breves y estresantes sabiendo que Estados Unidos los perseguirá, los encontrará y los matará sin piedad».
La identidad de los soldados muertos, así como la de las unidades a las que pertenecían, no se revelará hasta dentro de 24 horas, el tiempo necesario para informar a sus familiares, declaró Parnell.




















