En presencia del Presidente Sebastián Piñera y el ministro de Salud, Enrique Paris, personal del Hospital Metropolitano administró la primera vacuna del país contra el COVID-19 la mañana de este jueves. De esta forma se da el puntapié inicial a la campaña de vacunación en Chile.
La primera chilena en recibir la primera dosis de la fórmula de Pfizer es Zulema Riquelme de 46 años, una técnico en enfermería de nivel superior (TENS) que trabaja hace 26 años en el Hospital Sótero del Río.
Tras ser inoculada indicó que «fue algo inesperado, pero estoy muy emocionada; espero que toda la gente se vacune, confíe y que se sigan cuidando», declaró la funcionaria, quien además dijo estar «muy orgullosa de que me hayan elegido, y espero que mis compañeros se sientan representados por mí y que se vacunen todos».
Respecto a las dudas que surgen alrededor de la efectividad de la vacuna, autorizada de emergencia la semana pasada, Riquelme expresó que «entiendo que la gente esté desconfiada, es algo nuevo, pero hay que tener fe y confianza, y que se vacunen mientras puedan, lo más pronto posible y se cuiden mucho. Es la única manera en que nos ayuden a nosotros igual a bajar nuestra carga de trabajo».
Posteriormente, fueron inoculados el médico de la ex Posta Central Juan Emilio Cornejo (42), la enfermera supervisora del Hospital Metropolitano Adriana Arias (37), el coordinador del equipo kinesiológico del Hospital Metropolitano Óscar Vera (35) y la auxiliar de servicios del Hospital Metropolitano Ruth Herrera (52), finalizando así la vacunación del primer grupo seleccionado.
Al respecto, el doctor Cornejo manifestó que este «es el inicio de una esperanza de que vamos a poder controlar la pandemia, y en ese sentido es un día muy importante, yo creo no solamente para mí, sino que para todos».
Mientras que la enfermera Arias dijo que el equipo del recinto está emocionado por haber sido «considerados esta línea de atención directa de pacientes y dar el pie inicial, y poder seguir sumando al resto del personal de salud».
Por su parte, el kinesiólogo Vera afirmó que este hecho «marca un ícono en la salud pública de Chile, siendo el primer país de Latinoamérica en recibir la vacuna Pfizer», pero enfatizó que «no podemos bajar la guardia, tenemos que seguir con las medidas de precaución y autocuidado».
Finalmente, la auxiliar Herrera explicó que «decidí vacunarme por decisión propia», fundamentalmente porque busca «cuidar a mi familia, que es lo más importante, cuidarme yo, y seguir haciendo lo que me gusta, seguir trabajando».
«A los chilenos les digo que no tengan miedo, vacúnense. Esta es una esperanza para todos nosotros, para poder estar todos juntos, abrazarnos y que pase esto, porque es como una pesadilla para todos, y lo de hoy es el principio», remarcó.
Solo en este recinto hay 300 personas inscritas para recibir una dosis.
(Fuente: Cooperativa).