Experta del Instituto del Cáncer RedSalud, explica que este fenómeno se debe a factores de riesgo en alza, como la mala alimentación, la obesidad y el sedentarismo, así como la genética, y la exposición a factores de riesgo en las primeras etapas de la vida, entre otros.
Un estudio publicado recientemente en la revista BMJ Oncology reveló que la incidencia mundial de tumores entre menores de 50 años ha aumentado un 79% en tres décadas. Este aumento es preocupante, ya que el cáncer es una de las principales causas de muerte en el mundo. Los resultados han llevado a los expertos a investigar las causas subyacentes, y a plantear preguntas cruciales sobre la salud de las generaciones más jóvenes.
Al respecto la Dra. Claudia Gamargo, Oncóloga Médica y Directora Médica del Instituto del Cáncer RedSalud enfatiza que, aunque se han identificado distintos factores de riesgo, como la mala alimentación, la obesidad y el sedentarismo las investigaciones aún están en curso para identificar las principales causas detrás de este incremento alarmante.
“No podemos atribuirlo a un solo factor. Se están investigando en múltiples direcciones, incluyendo la genética, la exposición ambiental e incluso la exhibición a factores de riesgo en las primeras etapas de la vida o edades tempranas. Esto nos permitirá desarrollar estrategias de prevención cada vez más eficaces», indica.
¿Qué pasa con el cáncer de mama?
Dentro de los tumores malignos, el cáncer de mama es el tipo más frecuente y la causa más común de muerte por cáncer en mujeres a nivel mundial. Una realidad de la cual no queda exenta Chile, ya que de acuerdo con los últimos datos de Globocan, en 2020 hubo 5.331 casos nuevos (20,9%) en el país y 1.671 decesos.
“Se estima que uno de cada ocho personas desarrollará la enfermedad a lo largo de su vida y si bien la mayoría de los cánceres de mama se detectan en mujeres de 50 años o más, cerca del 4% de los cánceres de mama son invasivos y se diagnostican en mujeres menores de 40 años. Además, en los últimos años cada vez atendemos a personas más jóvenes, pero no existen registros oficiales. Algunos de estos casos se asocian a antecedentes familiares y de mutaciones genéticas, antecedentes de menarquía precoz, menopausia tardía, embarazo en edad avanzada”, agrega la Dra. Gamargo.
Pese a ello, la especialista refuerza la importancia del diagnóstico precoz a través de realizar una mamografía. En esa línea, indica que las mujeres de 40 a 44 años tienen la opción de comenzar la detección con una mamografía anual, mientras que las mujeres de 45 a 54 años se les recomienda hacerse este examen cada año. A partir de los 55 años, pueden optar por hacerlo cada dos años o continuar haciéndolo anualmente.
«Mientras continuamos investigando el aumento de casos en pacientes más jóvenes en este como en otros tipos de cánceres, es fundamental promover la conciencia sobre la importancia de la prevención adoptando estilos de vida saludable en la población. En particular, en el caso del cáncer de mama, el autocuidado y la realización regular de autoexámenes y mamografías anuales desempeñan un papel crucial, ya que se estima que aproximadamente nueve de cada diez mujeres pueden sobrevivir si se detecta en sus primeras etapas«, concluye la Directora Médica del Instituto del Cáncer RedSalud.