CONOCIENDO A TU CANDIDATO
La Región de Valparaíso es un motor económico y cultural de Chile, pero también un territorio marcado por deudas históricas en vivienda, agua y transporte. El propio José Miguel Insulza lo ha subrayado en distintas instancias: “Las urgencias de esta región no pueden seguir esperando. He enfrentado crisis más complejas en el país y en el continente; sé que con voluntad política y acuerdos podemos resolverlas”.
El déficit habitacional es una de las caras más dramáticas: cerca del 23% de los campamentos de Chile se concentran aquí, en un “peak histórico”. Casos como la megatoma en San Antonio o las demoras en procesos de reconstrucción han evidenciado la fragilidad de las políticas de vivienda. Para Insulza, el desafío es que las soluciones se implementen con rapidez y justicia territorial: “La gente no puede vivir una década esperando que se cumplan promesas de reconstrucción”.
La crisis hídrica en Petorca y Aconcagua es otro tema prioritario. La escasez de agua afecta tanto a las familias como a la agricultura, y ha generado más de 30 conflictos socioambientales en la región. Insulza, que ha negociado en escenarios internacionales sobre recursos compartidos, sostiene que la experiencia acumulada en acuerdos complejos es fundamental: “Sé lo que significa sentar a actores diversos en una mesa. Aquí lo que falta no es diagnóstico, sino decisión para actuar”.
El transporte es otro punto crítico. La ausencia de un tren moderno que conecte Santiago con Valparaíso sigue siendo un símbolo del rezago. En comunas del interior, como Quilpué o Villa Alemana, los traslados diarios son cada vez más largos y costosos. Insulza lo plantea como una urgencia nacional: “No se puede hablar de desarrollo si la gente pierde tres o cuatro horas diarias en moverse. Resolver el transporte es devolver calidad de vida”.
En este panorama, la experiencia del “Panzer” aparece como un activo. Haber conducido ministerios clave y dirigido la OEA le da una mirada de gestión y de acuerdos que puede ser decisiva. “Valparaíso ha esperado demasiado. Lo que hoy necesita no es diagnóstico, sino liderazgo que destrabe soluciones”, ha reiterado.