75 nuevos casos y cinco fallecidos por Covid-19 fueron confirmados en las últimas 24 horas en la Región de Valparaíso. Esto confirma a la zona como la segunda con el total más alto de infectados (2.305) y fallecidos (53) después de la Región Metropolitana, lo que la transforma en el nuevo foco de la pandemia en Chile.
Así lo ratifica, además, la realidad que se vive en los centros de salud familiar, clínicas y hospitales locales, en especial en las comunas de San Antonio, Valparaíso y Viña del Mar, donde cada día llegan más personas contagiadas, en particular adultos mayores.
En esa linea, el director del Centro de Diagnóstico e Investigación de Enfermedades Infecciosas de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso (UV), Rodrigo Cruz, indicó que «hoy en la región estamos teniendo un fallecido cada menos de seis horas, pero me temo que así como vamos habrá más muertos y en un menor tiempo. Para qué decir si el coronavirus se disemina ampliamente en los cerros de Valparaíso, poblaciones y tomas (…) Si esto ocurre es probable que vivamos una tragedia de proporciones, porque las características que estos presentan -son decenas de miles de viviendas pegadas unas con otras, con acceso reducido a servicios básicos y con un gran número de personas mayores en su interior, muchas de las cuales tiene problemas de movilidad o están postradas- son un caldo de cultivo ideal para el virus responsable de esta pandemia”.
Por este motivo, este médico infectólogo y magíster en Epidemiología reitera su llamado a las autoridades sanitarias para que decreten a la brevedad una cuarentena dinámica -de a lo menos dos semanas- en esa comuna y, también, en Viña del Mar y San Antonio.
“Al igual que Valparaíso, estas otras dos ciudades exhiben de igual manera una realidad muy complicada, con cifras cada vez más elevadas de infectados por el coronavirus, por lo que una medida como la señalada también urge hacerla efectiva en ambas. Yo entiendo que las cuarentenas generan problemas adicionales, pero me parece que la prioridad hoy es evitar que la gente se muera. Y si no actuamos en concordancia, los decesos van a seguir aumentando allí en forma exponencial”, sentencia el Cruz.
Extremar la higiene
El especialista de la UV también enfatizó en la colaboración de la ciudadanía en el combate a la pandemia. «No sacamos nada con aumentar el número de camas o ventiladores si el número de pacientes sigue aumentando. Hay que hacer énfasis en la prevención, y para eso es necesario que la gente haga caso, sea responsable y se aísle lo más que pueda en estos momentos», afirma.
Además, Cruz reitera la importancia de mantener la higiene para combatir al coronavirus, en especial el lavado de manos. El médico infectólogo estima que las autoridades debieran ir un paso más allá y garantizar el acceso a una adecuada higiene y el lavado de manos, lo que – a su juicio-, en la práctica no ha ocurrido.
«Por ejemplo, no se han instalado lavamanos portátiles en las principales calles de la Región, en la feria de avenida Argentina en Valparaíso, por ejemplo, o cerca de otras ferias libres y mercados”, quien de paso extiende su preocupación a la realidad que se vive en los campamentos y las zonas afectadas por la sequía.
«Otra cosa pasa en las poblaciones vulnerables, donde no tienen el agua suficiente para poder ejercer el lavado de manos, que es tan simple y efectivo», concluye.
Cordón en avenida España
Por su parte, el también médico y docente de la Escuela de Medicina de la UV, Aníbal Vivaceta, experto en el combate de enfermedades infecciosas, quien incluso ha tomado parte en operativos para frenar el ébola en África, asegura que establecer un cordón sanitario en la avenida España -principal arteria que une a Valparaíso con Viña del Mar- es una medida que no tiene mayor efecto y cuya implementación desperdicia la ya escasa energía y el escaso personal de vigilancia epidemiológica que cumple funciones en esas ciudades.
“Según el informe epidemiológico del 22 de mayo, el 51% de las personas con suficientes síntomas como para estar hospitalizadas tuvo fiebre. Es decir, si pasa por una aduana como esa, y se descartan todos los factores de mala toma de temperatura (termómetros ambientales, mala técnica, etcétera), estaría pasándose la mitad de los casos que, ojo, son los más graves. Están perdiendo tiempo y energía valiosa, que deberían enfocar en intentar localizar y bloquear el máximo de cadenas activas de trasmisión”, recalca Vivaceta.