La carta Republicana advirtió sobre una supuesta ola de violencia y caos si no gana las elecciones del próximo año, en un evento celebrado en un estado indeciso que podría determinar el resultado electoral.
Donald Trump pronunció un discurso en la ciudad de Grand Rapids, Michigan, titulado «El baño de sangre fronterizo de Biden», donde reiteró sus ataques contra los inmigrantes ilegales, calificándolos de «animales» y «no humanos». Flanqueado por agentes de las fuerzas del orden, Trump hizo referencia a varios casos criminales que implicaban a personas en el país de forma ilegal.
En particular, Trump mencionó el caso de Laken Riley, una estudiante de enfermería de 22 años de Georgia presuntamente asesinada por un inmigrante venezolano en situación irregular en Estados Unidos, describiendo a algunos inmigrantes como «infrahumanos». Esta retórica despectiva forma parte de la estrategia electoral de Trump, quien busca movilizar a su base con mensajes de mano dura contra la inmigración ilegal.
En su discurso, el candidato Republicano insistió en la idea de que los inmigrantes ilegales están alimentando la criminalidad en Estados Unidos, una afirmación que contradice las conclusiones de los investigadores, quienes señalan que no existe una correlación significativa entre la situación migratoria y la propensión a cometer delitos violentos.
”Llamaré animales a los inmigrantes porque eso es lo que son”, sentenció. Por otro lado, el candidato demócrata Joe Biden ha culpado a Trump de obstruir los esfuerzos para aprobar leyes que fortalezcan la seguridad en la frontera sur y aborden la inmigración ilegal de manera más efectiva. Biden argumenta que la retórica divisiva de Trump ha exacerbado los problemas en lugar de resolverlos.