A todos nos ha pasado en algún momento que comenzamos a sentir la piel más tirante, seca o enrojecida en invierno. Esto se produce gracias al frío –además de los cambios bruscos de temperaturas, como cuando se pasa de una habitación calefaccionada al frío-, que produce que los vasos capilares se contraigan, disminuyendo la irrigación y generado que la piel reciba menos oxígeno y nutrientes, ralentizando la renovación celular y deshidratando la piel.
“El invierno, y específicamente el frío, afecta a todo nuestro organismo y, por supuesto, la piel que es la más expuesta a las inclemencias del clima, sobre todo las mejillas, el cuello, escote, labios y manos. No obstante, también estos factores contribuyen al empeoramiento de patologías de la piel como la dermatitis atópica, el acné y la psoriasis”, destaca Paula Molina, químico farmacéutico de Farmacias Ahumada.
Por esto, es importante tomar medidas especiales durante esta época. Una de las principales es mantener una hidratación adecuada, abundante y frecuenta en la piel, con productos hidratantes que protejan la epidermis y reestablezcan la función de barrera. “En estos casos, siempre será importante elegir una crema, más que una loción, ojalá rica en urea, vaselina u otros componentes extra hidratantes, y no sólo después de la ducha, sino varias veces al día”, indica Molina.
Asimismo, la facultativa enfatiza que no se debe exagerar con la limpieza de la piel y se debe tener cuidado con el uso del agua y el jabón. “El exceso de la limpieza o la exfoliación en este periodo elimina el hidratante natural de la piel. También utilizar el agua muy caliente o jabones corrientes. Idealmente, los baños deben ser con agua tibia y jabones que aporten hidratación extra”, señala.
Humedecer el ambiente, protegerse del viento –sobre todo mejillas, labios y manos-, además de la utilización del bloqueador solar son indispensables para una piel saludable en los meses fríos.
Sin embargo, no podemos olvidar que también existen enfermedades que se agudizan en este periodo y que necesitan mayores cuidados que en otras épocas del año. Una de las más importantes es la psoriasis. Si bien no existe una estadística oficial del número de afectados, la Corporación de Psoriasis Chile calcula que en el país medio millón de personas la padecen, y un 10% de ellas la desarrollan de forma severa.
De acuerdo a la farmacéutica, “la deshidratación y sequedad a la que se enfrenta la piel, más una con psoriasis, genera un mayor impacto en los síntomas de los pacientes. Sumando a esto, hay menor cantidad de luz UV que es beneficiosa para esta patología generando un efecto inmunomodulador. En este sentido, la utilización de productos hidratantes, tratamientos tópicos con corticoides o derivados de la vitamina D, además de suspender todo tipo de agentes abrasivos como perfumes o colonias es clave”.
La dermatitis atópica y la urticaria son otras de las enfermedades que se ven más afectadas por el frío, y la calefacción para combatirlo. De acuerdo a especialistas, estas enfermedades provocan picazón, enrojecimiento e inflamación en las zonas afectadas, “aunque en el caso de la urticaria, podría generar situaciones más graves como mareos, dificultades respiratorias y hasta dolor de abdomen. En este sentido, es importante que los pacientes que la sufren tomen las medidas necesarias, protegerse del frío y mantener sus patologías controladas para enfrentar de mejor manera los meses de invierno”, señala Molina.
Por último, la farmacéutica recalca que, además de todos los cuidados externos, es imprescindible no olvidarnos de los internos, como la alimentación. “Lo que comemos impacta directamente en nuestro organismo y, por supuesto, en nuestra piel. Es indispensable no olvidar tomar dos litros de agua al día -como mínimo- para mantenernos hidratados, además de aumentar el consumo de vitamina C y antioxidantes, y olvidarnos de sustancias como el alcohol y el tabaco”, finaliza.